Cuando comenzamos las catequesis para adultos en el centro Juvenil de Santa Margarita en Lima en el verano anterior, lo hicimos con la idea de que las jóvenes que estaban en el internado pudiesen, después de su salida, incorporarse a una parroquia. Las chicas que están allí han pasado por situaciones muy complicadas y es importante que cuando salgan tengan un lugar donde poder rehacer su vida. La gran alegría me la han dado hace pocos días: ya hay una chica que ha salido y está viviendo con una familia, está haciendo el catecumenado de adultos en una parroquia y una familia la ha acogido. Demos gracias a Dios porque el camino que iniciamos empieza a dar sus frutos.
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------- --------Universidad Católica San Antonio